La compañía gallega Teatro Ensalle clausura este semana el ciclo de Teatro Alternativo para público juvenil/adulto del zaragozano Teatro Arbolé con la obra «La última fila», teatro físico y danza, para contar el reencuentro de cuatro amigos, una situación que parte de un clima de fiesta y desemboca en el desencanto. Se llevarán a cabo tres funciones: miércoles, jueves y viernes, a las 21 horas. Una de las características de Ensalle es la de trabajar sobre el cuerpo del actor, obteniendo un teatro muy físico, que incorpora elementos coreográficos. En esta ocasión bajo la dirección coreográfica de Carmen Werner. La danza es otra de las áreas en la que el grupo experimenta aunque los elementos coreográficos están utilizados para hacer crecer la tensión. Enmarcada en una atmosfera de celebración La última fila trata de mostrar una fiesta en toda su extensión, pasando por todos los estados de ánimo por los que se puede atravesar con el paso de las horas, una fiesta de caras desencajadas y de sobremesas tranquilas, una fiesta casi «Felliniana» llena de conflictos y deseos.
En el porqué de la fiesta nos preguntamos sobre los momentos de carcajada al finalizar un funeral o en la sala de espera de un hospital, la necesidad de festejar esta por encima de la decisión de hacerlo, por encima de los motivos para hacerlo. Todos los animales se celebran, de un modo irracional, como escapatoria de un estado de ánimo o después de un momento de tensión, el ser humano también. Una necesidad tan primaria como comer o respirar. Su autor y director, Pedro Fresneda, reflexiona sobre el sentido de la vida y sobre el auténtico valor del momento presente, Este reencuentro de viejos amigos sirve de excusa para abordar la influencia que ejerce la cotidianidad en nuestras vidas.
El componente de investigación escénica, que domina a esta compañía, se ve reflejado en esta obra. Ensalle se declara, ante todo, una compañía de creación e investigación. Fundada en 1995, desde 2003 viene investigando en nuevos lenguajes propios y en dramaturgias al servicio de la creación, con una puesta en escena elaborada, que atiende mucho a los detalles. Su teatro es resultado de un entrenamiento continuo, que además involucra a todos los miembros de la compañía en cada una de las áreas del montaje. La compañía busca «exhibir en sus puestas en escena una fuerte preocupación por situaciones de abatimiento social, subrayando una visión incisiva de las realidades actuales». En 2003, el grupo gallego contribuyó a abrir la primera sala alternativa de Vigo.
