La compañía Teatro Galo Real estrena el 18 de febrero en la madrileña Sala Nudo la obra de Pedro Calderón de la Barca ‘La gran Zenobia’, un montaje que trata sobre la deshumanización en el poder, la traición, las vueltas del destino, la venganza y la dialéctica entre hombre y mujer.
Adaptado y dirigido por Gustavo Galindo y protagonizado por María García-Alix, Jesús Gago, David Díaz, Nadia Alonso y el propio Gustavo Galindo, el montaje se basa en la figura de Zenobia –reina de Palmira y emparentada con Cleopatra– que fue una hábil gobernante, fiera guerrera y según dicen, «la criatura más hermosa que había pisado la tierra». Mito y leyenda se entremezclan con la historia auténtica, una vez más. En el breve periodo que duró su liderazgo transformó Palmira en una potencia próspera y poderosa. Nadie sabe qué fue de ella, tras ser traicionada y entregada al emperador romano Aureliano o si su entrada en Roma, semidesnuda y sujeta por cadenas de oro, es parte de su leyenda o de su historia y que sirvió de fuente de inspiración a Pedro Calderón de la Barca.
«Nos encontramos con una obra ambigua y extraordinaria. La tragedia, los grandes parlamentos y hondas reflexiones se mezclan con la ligereza y la frescura de ciertas intervenciones o situaciones marcadamente cómicas. No podemos más que especular acerca de por qué Cal- derón se sintió atraído por estos personajes y entendemos que en su origen las simpatías del autor se decantaban hacia la protagonista y su causa. Es nuestra intención ahondar un poco más allá de lo aparente y cuestionarnos los roles y arquetipos, pero partiendo de ellos mismos», sostienen los miembros de Teatro Galo Real, que ven en la situación política actual paralelismos con la de la época a la que alude el texto: «Ahora, como entonces, Siria está en boca de todos. En ese momento porque un go- bierno nuevo, potente e inteligente, insólitamente gobernado por una mujer, puso en jaque al gran imperio de Roma, decadente pero todavía dominante; en este momento Siria está de actualidad porque una revolución de indignados hace por fin frente a un gobierno, opresor e ignorante. Con este montaje no nos limitamos a particularizar nuestro discurso en esa Roma o esta Siria, ni siquiera en el continuo choque de occidente y oriente, sino en algo más universal: la deshumanización en el poder, la traición, las vueltas del destino, la venganza y la dialéctica entre hombre y mujer. Estos son los temas principales de nuestro montaje».
