El Chivato

Teatros de papel en el Museu Marés de Barcelona

El Museu Marés de Barcelona ha organizado una exposición en donde se exhiben antiguos teatros de cartón, con sus persoanjes y decorados, algunos preciadas piezas de coleccionistas, de craciones del los siglos XIX y XX. El Museu Marès ha organizado una exposición tan curiosa como encantadora en la que por primera vez se exhiben antiguos teatros de cartón, con sus personajes y decorados, que hoy son valiosas piezas de coleccionista que hasta se subastan en e-bay. La exposición, que propone actividades infantiles para estas vacaciones, podrá visitarse hasta el 30 de abril del 2006.
El comisario de la exposición, Francesc d’Asis López Sala, afirmó ayer que «Catalunya agrupa el 95% de la producción de teatros de papel, por eso en el extranjero se habla de teatros catalanes». La exposición comienza con una referencia a las sombras chinescas, «la arqueología» de los teatrillos, muy de moda hacia 1850 y que consiste en el movimiento a contraluz de las figurillas recortadas.
Las casas Paluzie y Seix Barral son las dos grandes editoras del siglo XX. Paluzie, creada ya durante la Exposición de 1888, fabricaba teatros recortables con todo lujo de detalles. El telón, la boca del teatro, la embocadura y los bastidores se recortaban y se pegaban en un bastidor. No había libreto ni historia. Los niños se las inventaban según el decorado: un fondo marítimo a lo Julio Verne, los canales de Venecia o unas ruinas egipcias pintadas con mucha gracia. Seix Barral, por su parte, ofreció a partir de 1915 El teatro de los niños, con la innovación de que no había que recortar sino que el escenario venía ya montado y sólo había que desplegarlo. Con 10 teatros se proponían 23 obras, entre ellas El mercader de Venecia de Shakespeare o una versión del Lohengrin de Wagner.
La editorial Camaleonte, «la gran desconocida», según el comisario de la exposición, aportó ingeniosos efectos lumínicos. Y los personajes se movían a placer mediante una tira larga de papel. Había caballeros, monjas, piratas, hadas, enanos y soldados. En el repertorio existían temas fijos como los artistas de circo y Don Juan Tenorio.
La exposición continúa en la Sala de las Diversiones, en lo alto del centro. Pilar Vélez, la directora del museo, recuerda que fue la última que creó Marès, que jugaba a solas con los teatrillos, antes de morir. Allí se exponen siete magníficos dioramas del siglo XVIII creados por el alemán Martin Engelbrecht con los que se pone punto final al recorrido.


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