Tebas: la última guerra del Odin Teatret en Holstebro
El primero de diciembre el Odin Teatret deja su espacio en Holstebro. Esa vieja “granja” trasformada en teatro que fue la casa del grupo desde el 1966.
Estoy muy agradecido con Eugenio Barba y todo el grupo por abrir las puertas a su proceso de trabajo. Desde agosto del 2020, luego en abril ‘22 y en agosto y septiembre 2022, he tenido la posibilidad de seguir el proceso de los ensayos de «Thebes at the Time of Yellow Fever» (“Tebas en el Tiempo de la Fiebre Amarilla”), última obra del grupo, dirigida por el Maestro Eugenio Barba.
Ver tanta sabiduría, tenacidad, mezclada y ¿por qué no?, con un poco de testarudez, ha hecho del largo proceso, otra gran batalla ganada por el teatro de Odin (el Dios escandinavo de la guerra) formado por ese puñado de actores y actrices que desde más de medio siglo influencia al teatro contemporáneo. Para mí un gran aprendizaje que llevaré a la sala de trabajo para compartir con mis compañeros y compañeras de @residuiteatro.
Probablemente es el último espectáculo del Odin, seguramente mi última visita a Holstebro.
El 13 de septiembre dejé el Odin Teatret después de haber seguido como “consejero” el proceso de los ensayos de «Thebes at the Time of Yellow Fever», último trabajo del Odin Teatret que se ha estrenado en Holstrebro, luego viajó a Roma, a Lecce, en Goleniów, para terminar su gira en Paris.
Muchas actrices y actores ya no están. El 1 de diciembre, los últimos que quedan, dejarán el teatro, esa vieja fábrica que trasformada en teatro laboratorio que ha sido usina de encuentros desde el 1966.
Vine la primera vez en el 2011. En mi última visita, tuve la necesidad de sacar fotos sabiendo que ese espacio está en completa trasformación y que con la nueva gestión, dirigida por Per Kap Bech Jensen, no solo están cambiando las paredes, están desapareciendo las memorias de los encuentros en cualquier rincón del mundo, sino también está cambiando el “ambiente”. No ha habido la trasmisión que permitiría una sana trasformación, y en cambio, de dio una “ruptura”. En el brindis después del estreno para el último espectáculo, Eugenio Barba y Julia Varley, no estaban, y el discurso de agradecimiento del nuevo director, que, para llamar la atención, rompió sin darse cuenta, dos vasos, no “llegó” a los corazones de los presentes.
A mi parecer fue un discurso tímido, pero perfecto para dirigir un espacio que desde los últimos dos años está haciendo de todo para volverse un espacio en donde preventivamente hacer residencias.
Un espacio en donde las necesidades cambiaron. Como el mismo director escribe en el artículo en el Dagbladet Holstebro Struer, del periódico local: “We are dealing with a combination of advanced age and a market where it is difficult to sell the larger ensemble performances. The world is changing, and so are the requirements for what a theatre must be able to do. ” (“Estamos lidiando con una combinación de edad avanzada y un mercado donde es difícil vender las actuaciones de conjuntos más grandes. El mundo está cambiando, al igual que los requisitos de lo que un teatro debe poder hacer.”)
Un espacio que ya no es “refugio para las libertades individuales” como escribía Eugenio Barba.
En la noche del estreno me quedé a hablar con algunos jóvenes actores de la nueva compañía de residentes nacida en el 2019, Ikarus Stage Arts. Me explicaban sus razones del por qué estaban dejando el grupo y compartimos ideas sobre lo complejo que es mantener un grupo de teatro, y como la maestría de Eugenio y sus compañeros lo fue también y sobre todo en eso.
Mantener un grupo de teatro por casi 60 años y con los sueños intactos es mucho más complejo que gestionar una “empresa cultural”, vender espectáculo en la industria cultural y hacer cuadrar las cuentas. Y sobre todo que, a ninguno de nosotros, que estamos en primera línea trabajando a diario en esa línea de tensión entre nuestra biografía, nuestros deseos en el teatro que hacemos y la testarudez de pretender que nuestro teatro, sea útil para la comunidad que nos rodea, le pueda interesar ese tipo de proyecto.
Espero que los jóvenes que están invirtiendo, encuentren sus necesidades y que los actores del Odin que quedaron, encuentren la manera de defender la riqueza construida por su grupo en los años anteriores.
Mientras tanto, en Lecce se estrenó “Isole Galleggianti – un archivio vivente” un proyecto que contiene material de Archivo sobre Eugenio Barba, Odin Teatret y Terzo Teatro.
Y Eugenio Barba con algunos de los viejos actores y actrices y jóvenes colaboradores acaban de re-fundar un nuevo Odin, sin espacio, sin sede, así como en los primeros dos años, y ya están tejiendo para un nuevo espectáculo.
El 13 por la mañana a las 5.00 dejé atrás el Odin Teatret, ahora Nordisk Teatret Laboratorium, sabiendo que fuera de esas paredes, ¡toda su experiencia viajará con ellos y allí donde habrá actores y actrices que tendrán la misma tenacidad de recibir el legado, habrá otra Tebas a construir!
Muchas gracias, Maestros y Maestras.