Escritorios y escenarios

Tentativa sobre el trabajo del director

Estoy asistiendo a los ensayos de una obra canónica, “La Gaviota”. A cargo de un experimentado director que guía a un grupo de actores profesionales. Para mí ha resultado ser una situación de privilegio. Me siento inspirada y conectada al teatro, al proceso de montaje. Me había alejado de eso, pues la vida me propuso otros caminos y los atravesé. Pero es agradable asistir a un territorio conocido, a un lugar que no me es ajeno y que me hace encontrar una parte de mí que necesitaba ser visitada, atendida.

He vuelto a pensar en las entradas y las salidas de los actores sobre el escenario. Y estoy muy atenta a la manera en que el director guía el proceso. No porque quiera ser como él sino porque me siento en una especie de clase magistral. Pienso que en este ejercicio de observación voy a encontrar un par de respuestas “de Manuela para Manuela”, que ando buscando. Y mientras observo, algunas cuestiones me rondan ¿de qué se trata ser director? ¿Cómo guiar a los actores en un proceso de creación escénica? ¿Cuál es el chiste, el truco? ¿El director es un señor y los demás sus vasallos?

En realidad, nada más lejos. Esa idea del director está, como coloquialmente se dice, mandada a recoger. Y este director, pese a que está trabajando un texto de Chéjov, no hace sino subrayar la misión creativa del grupo de actores invitándoles, constantemente, a imaginar, a conocer lo que el autor no escribió, aquello que no se ve, aquello que permanece en la obscuridad y en el silencio.

Por ahora queda apuntado en mi cuaderno que el director ofrece una visión, un horizonte. Pero la manera de llegar hasta él, está en constante pugna, en fluctuación. Y depende harto de las actrices y actores que esa visión no solo se materialice, se concrete, sino que deje de ser algo lejano y distante, para transformarse en un aquí y en un ahora.

También me doy cuenta de que es trabajo del director estimular y alimentar la creatividad de los actores. Los provoca para que profundicen en la elaboración de los personajes y de las relaciones entre sí. Les enseña lo que conoce de la obra, del autor y de la época, para que se lleven ciertas ideas hasta la casa y las consulten con la almohada.

Incluso el director señala de antemano el problema, el reto que implica el montaje de esta obra teniendo en cuenta la particularidad del público actual, que tiende a estar sobre estimulado por las redes sociales. ¿Cómo hacer que esta obra del siglo XIX no sea aburrida para el espectador del siglo XXI? Y con esa inquietud, continuará el ensayo en la siguiente sesión.

Domingo 4 de febrero del 2024.
Bogotá, Colombia


Mostrar más

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba