‘Tom Pain (Una obra basada en nada)’ de Will Eno/Producciones EntrePiernas
Como el hielo
El teatro es algo vivo. No sólo porque lo que vemos en escena sea real aunque no sea cierto, sino porque evoluciona, se transforma, crece. Las nuevas dramaturgias, lo experimental, buscan crear nuevos lenguajes escénicos o cuanto menos, utilizar los ya conocidos de manera sorprendente e innovadora. Tienen, incluso, un cupo reservado en el entramado de ese teatro que pretenden subvertir, o al menos transformar. No puede haber ningún mundillo teatral que se precie, que no tenga su “enfant terrible”, su creador alternativo, y todo entendido o amante del arte de la escena, si verdaderamente sabe de qué va la cosa, ha de quitarse el sombrero ante su obra. Aunque ésta no sea nada más que humo. Mejor aún. Cuanto más vacío e incomprensible, más experimental y alternativa. Y no es que estén mal las nuevas propuestas, convertir el teatro en un laboratorio, buscar nuevos caminos y experimentar nuevas fórmulas. No, no se trata de eso, sino de otra cosa bien distinta. El problema no es buscar sino qué se busca, qué nos proponen esas “nuevas” dramaturgias, con qué y para qué se experimenta.
Uno de esos reconocidos y premiados alternativos en el neoyorquino Will Eno, autor de ‘Tom Pain (Una obra basada en nada)’, que la compañía mexicana EntrePiernas Producciones presentó el pasado jueves en el Teatro del Mercado ante un público que apenas si llegó a ocupar un cuarto del aforo. Hubo, eso sí, algún espectador que de vez en cuando reía, por lo que se puede deducir que algo tuvo la función que yo no supe ver. Eso que yo no supe ver en la obra, su interés, radica al parecer en que nos coloca “frente a frente con un hombre dispuesto a convertir el dolor en una provocación, un divertimento y un placer escénico para el espectador”.
Un hombre sufridor que nos cuenta el dolor y el fracaso de su vida, permaneciendo siempre descalzo sobre un bloque de hielo. Supongo que aquí está la gran aportación de la propuesta a las artes escénicas y su enorme valor simbólico: el hielo al derretirse, va formando charquitos como metáfora de nuestra vida y del mundo en que vivimos. ‘Tom Pain’ tiene el aliciente de ofrecernos un sobresaliente trabajo interpretativo, pero el conjunto no me pareció ni provocador, ni divertido, ni placentero. Fue más bien frío, sin demasiado interés y sin aportar casi nada al espectador.
Obra: Tom Pain (Una obra basada en nada) Autor: Will Eno. Adaptación: Víctor Weinstock. Compañía EntrePiernas Producciones. Intérprete: Gerardo Trejoluna. Iluminación y dirección: Alberto Villarreal. Teatro del Mercado (Zaragoza) 27 de octubre de 2011. Un cuarto del aforo,
Joaquín Melguizo
Publicado en Heraldo de Aragón 29 de octubre de 2011