El Chivato

Tras nueve años de trabajo, cierra la Sala Yago

Debido a la falta de acuerdos con los dueños del edificio, el próximo 30 de junio la Sala Yago de Santiago de Compostela cierra sus puertas y da por finalizados nueve años de gestión y creación cultural con unas líneas de programación centradas en el teatro de actor y en el teatro de títeres y dirigidas tanto a público adulto, como juvenil e infantil. En sus nueve años de vida la Sala Yago llevó a cabo unas líneas de programación que incidían en la captación de nuevos públicos a través de dos líneas de actuación, una con las escuelas infantiles y otra con los institutos de secundaria.
Uno de los principales objetivos fue crear un vínculo entre la sala y el público ya desde la infancia. De manera que los niños que venían a los títeres fueran en el futuro público asiduo de teatro.

Los programas que se llevaron a cabo fueron:
Títeres en el Yago – Programa con funciones de títeres dirigidas a los más pequeños que se llevaba a cabo los domingos a las 12.30h. Títeres para Educación Primaria – Programación de títeres dirigida a grupos de educación infantil y de primaria, que se llevaba a cabo los lunes y martes (escolares) a las 11.00h.
Teatro en el Yago – Programación de teatro dirigida a adultos, que se llevaba a cabo de jueves a domingo en horario de tarde-noche. Teatro para Educación Secundaria – Programación de teatro dirigida a grupos de bachillerato, con especial cuidado en que las obras se adecuasen a las necesidades de los alumnos y profesores. Dentro de este programa se ofertaron obras como ‘Bicos con Lingua’ de Talía Teatro, que nos acercaba la realidad sociolingüística de Galicia de forma amena y divertida, o ‘Feirantes’ de Teatro do Noroeste que les mostraba a los adolescentes la obra de Álvaro Cunqueiro.

También se programaba con carácter puntual y a través de ciclos cine no comercial en versión original subtitulada.
Además se llevó a cabo un programa de fidelización de público, en el que se incluían encuestas (para estar al tanto de sus necesidades y demandas), e información puntual a través del correo electrónico, enviando la programación de la sala dos veces por semana así como invitaciones para estrenos.
El público también tenía a su disposición una pequeña pero variada biblioteca, en la que se incluían libros y revistas, tanto de títeres como de teatro.
En el 2004 la Sala Yago se inició en la producción de espectáculos con Flash-Back Compostela, una propuesta de teatro de calle concebida para el año santo que incluía tres espectáculos: Camiño a Compostela, Traslación y Mercado en Compostela. También produjo espectáculos de sala como ‘Cucho, Coco e o dilema do 6’, espectáculo de títeres para niños, ‘Merda’, monólogo teatral para adultos protagonizado por Ricardo de Barreiro o ‘La Naturaleza del Animal’, propuesta escénica a partir del texto del argentino Marcelo Marán.

El número 51-53 del Vilar
El edificio 51-53 de la calle Vilar, que inicialmente había sido una oficina de Correos, se convirtió en la década de los cuarenta en el Cine Yago, una empresa regentada por la familia Gesto Nieto, que tenían un contrato de alquiler con los dueños del citado edificio, la familia Carrero López. A finales de los noventa Jorge Rey se pone en contacto con la familia Gesto Nieto y llega a un acuerdo para hacer en el edificio del Cine Yago títeres para niños dos días a la semana. Conviven así el Cine Yago con la Sala Yago.
En el 2001 Jorge Rey entra en contacto con Luma Gómez y Eduardo Alonso de Teatro do Noroeste y juntos deciden ampliar el proyecto con programación de teatro de actor y diversas actividades escénicas encaminadas a la captación de nuevos públicos. En ese momento la empresa Cine Yago quiebra.
Los regentes de la Sala Yago se ponen en contacto con la familia Carrero López, dueños del edificio, para intentar llegar a un acuerdo que les permita poder seguir haciendo uso del edificio, pero los propietarios no están dispuestos a negociar, es más, nunca llegaron a aceptar ninguna propuesta ni ofrecer otras alternativas.
Comienza entonces un largo proceso judicial que acaba el 28 de febrero de 2007, con una sentencia favorable a los dueños del edificio, y que nos obliga a abandonar nuestra actividad. Sólo esperamos que se mantenga el uso cultural del edificio, aunque el proyecto sea diferente. Las autoridades competentes no deberían permitir que un edificio de tales características situado en pleno centro de la ciudad permanezca vacío o se convierta en un macro-zara. Sería un síntoma de que la cultura en este país, funciona mucho peor de lo que parece. Esperamos que quien tenga la responsabilidad para tomar cartas en el asunto las tome; y que este espacio vuelva a ser un lugar de encuentro y referencia cultural.


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