El espectáculo se ofrecerá el 23 de mayo en dos espacios diferentes del Auditorio, para un grupo reducido de 80 personas, que irán recorriendo las diferentes estancias a medida que vaya transcurriendo la trama. Cristina Bernal, Marta Guerras y Lorena Toré son las protagonistas del texto intimista, sentimental y crítico inspirado en la obra ‘Okey’, del dramaturgo Isaac Chocrón.
El Centro Niemeyer de Avilés (Asturias) acogerá el 23 de mayo la representación teatral Off Niemeyer, ‘Trinidad’, el primer trabajo de la compañía Hilvanando Producciones. La obra se ofrecerá para un grupo reducido de 80 personas en dos localizaciones diferentes del Auditorio, además de en la zona del vestíbulo, donde será convocado el público asistente. El espectador será testigo de la carga emocional que recorren los personajes a solo unos metros de distancia, ofreciendo una experiencia teatral íntima y muy original. Un modelo de representación poco convencional que ya tuvo mucho éxito de asistencia y crítica con la programación de Mbig en 2014.
Ambientada en la España de los años sesenta, ‘Trinidad’ cuenta la historia de Sole, una antigua costurera, y de la joven Trinidad, antigua oficiala y pareja sentimental de la anterior, las cuáles se ven sorprendidas por la aparición de Ángela, una viuda adinerada y transformadora del mundo. La obra representa una doble transgresión de la moral impuesta cuando dos mujeres que comparten su vida sentimental pasan a formar un trío junto a una tercera: una Trinidad.
Este texto intimista, divertido, dramático, sentimental y crítico está envuelto en un estilismo neorrealista, con momentos poéticos, que plantean al espectador temas que preocupan a la sociedad: los condicionamientos sociales y económicos como propulsores y/o destructores de las relaciones y la privación de los derechos.
De fondo, como reflejo de tiempos actuales, la obra muestra una ciudad portuaria en un momento de crisis económica, una gran desigualdad social, y la huella de un pasado aún vigente en una España dividida.
La obra, basada fundamentalmente en el trabajo actoral, permite al espectador -en un espacio tan cercano- asistir como un incómodo invitado a una historia íntima entre tres mujeres. La radio, la canción italiana, la melancolía del cine de barrio, añaden a la puesta en escena la vía de escape a unos personajes encerrados en su propio drama.
