Críticas de espectáculos

La caída de Numancia/Tierraquemada de Garray

Numancia, entre la historia y la ficción

 

Un episodio diferente del ciclo de Las guerras numantinas se representa cada año en la primera semana de agosto en el sitio mismo de la antigua Numancia. El evento teatral basado en la memoria histórica de las guerras celtibéricas, iniciado en 1999 en el mismo sitio de la antigua Numancia es sin ningún duda un fenómeno único.No tiene nada que ver con los actos teatrales conmemorativos de un acontecimiento histórico ni con las evocaciones al modo de Luz y Sonido para los turistas, que se suele presentar en múltiples castillos y sitios históricos. Aquí se trata de verdadero teatro popular elaborado con profesionalidad rigurosa por la Compañía Tierraquemada con más de 200 actores, la mayoría de ellos amateurs.

Cada año se representa una parte de esta epopeya de las guerras numantinas compuesta de 8 episodios : 1 – La guerra que cambio el calendario, 2 – La batalla de los elefantes, 3 – La paz de Marcelo, 4 – Numancia rompe el cerco de Pompeyo, 5 – El cónsul Marciano desnudo antes Numancia, 6 – Roma envía Escipión contra Numancia, 7 – El cerco de Numancia, 8 – La caída de Numancia.

El evento se organiza en colaboración con el equipo arqueológico de Numancia, por el Ayuntamiento y el pueblo de Garray. El inicio de las representaciones de esta epopeya numantina coincide con la inauguración, en 1999, del aula arqueológica sobre el cerco de Numancia instalada en una antigua escuela de Garray. Alfredo Jimeno, arqueólogo, profesor de prehistoria en la Universidad Complutense de Madrid, experto en Celtibéricos, director de las excavaciones arqueológicas de Numancia, se ha basado en los textos clásicos de historiadores greco-latinos, entre otros Apiano y Plutarco, en su remarcable versión teatral del ciclo Las guerras numantinas.

Conocemos la historia de Numancia ficcionada por Cervantes en su gran y primera tragedia en el teatro español titulada El cerco de Numancia (escrita en 1583). ¿Pero cuál es la verdadera historia de esta heroica resistencia del David celtibérico ante el Goliat todo potencia de Roma ?

Mientras que la obra de Cervantes es un himno a la libertad, a la dignidad y al coraje de los Numantinos al elegir morir libres antes que sobrevivir eslavos, las historias de la guerras numantinas relatadas en el ciclo teatral presentado en Numancia son mucho más complejas. El cerco de Numancia no se acabó con el suicidio de todos los ciudadanos.

Tanto la historia como la versión ficcionada por Cervantes se hacen la misma pregunta ¿qué vale más: morir libres con honor o seguir viviendo como esclavos?

Tras la aniquilación de la potencia de Cartagena, Roma emprendió la conquista de la península ibérica, confrontándose en particular en las regiones alejadas del Mediterráneo, a la resistencia sin precedentes de los pueblos Arévacos y Vacceos luchando firmemente por su independencia.

El pueblo de Numancia es emblemático de esta resistencia.

Siete generales romanos importantes no consiguieron acabar con la resistencia de Numancia sitiada varias veces entre 153 y 133 antes de nuestra era por las enormes tropas romanas.

Escipión Emiliano con un ejército enorme de 60 000 soldados y con una estrategia sofisticada, tras 15 meses de cerco, toma Numancia en el verano de 133 antes de nuestra era. Los Numantinos consumidos por el hambre y la desesperación decidieron quemar la ciudad y suicidarse, solo unos pocos sobrevivieron y fueron llevados a Roma y vendidos como eslavos.

El último episodio de la epopeya numantina relata la caída de Numancia tras años y años de resistencia.

La obra empieza con los funerales de Megara, el jefe de los Numantinos sin recursos, torturados por el hambre. Todos los intentos de romper el cerco han fracasado.

El nuevo jefe numantino Retogenes, emprende una arriesgada tentativa en busca de socorro. Con un pequeño grupo de soldados consiguen pasar el cerco con sus caballos.

Algunas ciudades vecinas arévacas a las que ha pedido socorro, por temor a las represalias romanas, rechazan ayudar a Numancia. Solo en la ciudad de Lutia los jóvenes guerreros están dispuestos a ir en ayuda de Numancia. Pero la asamblea de los ancianos, temiendo las represalias, se apresuró a dar parte a Escipión de la rebelión que se tramaba. Los romanos reclaman la entrega de los rebeldes, unos 400 jóvenes, a los que Escipión hace cortar la mano derecha para que no puedan agarrar la espada.

En Numancia el pueblo desesperado, sufriendo hambre en el calor del verano suplica y hace sacrificios al dios Lug.

La asamblea nombra a Avaros para que trate de alcanzar un acuerdo honroso con Escipión. Pero su misión fracasa. Llenos de ira los Numantinos, pensando que los comisionados los han traicionado, los matan.

La mayoría de Numantinos se suicidaron quemando la ciudad, los pocos que quedaron vivos fueron vendidos como esclavos.

El espectáculo se termina con un epilogo en que dos actores, un hombre y una mujer, con un vestido actual, dirigiéndose al público, hablan del impacto de la actitud de los Numantinos sobre la conciencia de los conquistadores que se sintieron conquistados por la resistencia y el final heroico de los Numantinos, proporcionándoles una dimensión universal y fundiéndoles en el crisol de la leyenda.

El espectáculo se representa en el campo junto al propio sitio de la antigua Numancia del que quedan solo unos restos de ruinas, piedras dispersas.

En el escenario, concebido como una cartografía imaginaria del cerco de Numancia, hay pocos elementos: una empalizada con una abertura en su centro a través la cual se ve la carpa de Escipión, dos torres de vigilancia de madera detrás de la empalizada y delante dos torres de tela pintada representan la entrada a Numancia.

La intención didáctica del espectáculo se nota en los vestuarios basados en la reconstitución de la vestimenta y armamento de los soldados romanos y de los Celtibéricos. Así los Romanos llevan túnica corta con cota de malla, escudo, casco, sandalias, espada y Escipión con una larga capa roja. Los Numantinos con túnica y delantal con diseños celtas.

La dramaturgia escénica se vertebra en el relato del narrador que marca la progresión dramática, el paso del tiempo, introduciendo las secuencias sucesivas.

En esta trama dramática se inscriben discursos, diálogos, partes corales en las escenas que se encadenan con una fluidez remarcable.

Se nota también la ejemplaridad de la puesta en escena por su sencillez, exenta de efectos especiales y la utilización inteligente del espacio escénico. Los cambios de los lugares de la acción se hacen sin cambiar nada en el escenario sino a través de la excelente dramaturgia de los desplazamientos, de los movimientos de grupos casi coreografiados.

Los sucesos no se representan con realismo, se evocan de una manera muy inventiva y poética tanto con las imágenes como con la actuación.

El personaje colectivo, el pueblo numantino no tiene nada que ver con un coro griego, es un auténtico protagonista.

En la actuación muy natural y bastante matizada de los actores no hay ningún énfasis. Dos caballos protagonizan algunas situaciones. Escipión llega al escenario a caballo y Retogenes a caballo se escapa de Numancia con un pequeño grupo de Numantinos en busca de socorro.

Se admira sobre todo en la puesta en escena la manera de configurar las acciones en el espacio con las referencias al cerco y al simbolismo del círculo. Entre los momentos relevantes e impactantes se puede destacar en el inicio del espectáculo la llegada de las tropas romanas que se despliegan en fila delante de la empalizada rodeando Numancia y los funerales de Megara con todo el pueblo, soldados, mujeres, niños, llevando su jefe muerto. La ceremonia de la cremación de su cuerpo se evoca solo por el humo que se eleva al cielo mientras se hace el elogio de su valor.

En las secuencias de las asambleas los oradores salen al centro rodeados por el pueblo.

La escena de la intervención de las mujeres rechazando la rendición o la del sacrificio de la paloma al dios Lug son particularmente impactantes y conmovedoras.

Total es un espectáculo inolvidable, excelente tanto por su aproximación a los hechos históricos como por su visión teatral.

Irène Sadowska

 

La caída de Numancia (Ultimo episodio en 8 actos y un epilogo) – actores, escenografía, puesta en escena Compañía Tierraquemada de Garray – director de escena: Pedro Antonio Muñoz – narrador: Alfonso Andrés – adaptación a partir de textos clásicos Alfredo Jimeno Martínez


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