‘Último tren a Treblinka’ regresa a Cuarta Pared
Vaivén Producciones regresa con su obra ‘Último tren a Treblinka’ a la programación de la Sala Cuarta Pared de Madrid, donde se podrá ver del 7 al 18 de marzo (de miércoles a sábado a las 21h; domingos a las 18h.). Idea original de Ana Pimenta y Fernando Bernués, la república infantil de Janus Korczak lleva más de un año y más de 100 funciones viajando por el Estado español. El montaje está basado en los diarios y trabajos del pedagogo polaco.
‘Último tren a Treblinka’ es una experiencia teatral inmersiva que supone un doble homenaje. Por un lado, celebra el recuerdo del médico, pedagogo, pediatra y escritor Janusz Korczak, luchador hasta el fin de sus días por la dignificación de la vida de los niños. Además, se trata de una denuncia sobre la indefensión de los niños en los conflictos.
La puesta en escena reproduce aquel orfanato varsoviano con doscientos niños judíos que regentaba Korczak en colaboración de su compañera Stefania Wilczynska. Korczak fue médico pediatra, escritor, publicista, activista social, oficial del Ejército Polaco y pedagogo de ideas absolutamente innovadoras. En dicho orfanato se formó una verdadera república infantil con sus leyes, reglamentos y hasta un código penal propio.
Nadie hasta entonces había visto a los niños con los ojos de Korczak, no como los hombres y mujeres del mañana, sino como personas con derechos a quienes se debe, antes de nada, respetar. Respeto al niño; respeto por su ignorancia; respeto por su laboriosa búsqueda de saber; respeto a sus fracasos y sus lágrimas; respeto por los minutos del tiempo presente; respeto por cada momento que pasa. Cabe destacar que fue en base a los planteamientos de Korczak que se elaboró la Convención de los Derechos de los Niños (Ginebra 1959).
El espectador será espectador a la vez que se podrá identificar con uno de esos doscientos niños, estando sentado en una de sus camas literas. Conocerá su último día en este orfanato, siendo así partícipe directo de su organización interna, sus rutinas diarias, sus relaciones, su búsqueda infatigable de sustento, sus miedos y alegrías. Y serán también testigos del momento en el que reciben la más cruel de las noticias: deben abandonar inmediatamente el orfanato y dirigirse al tren que les conducirá a las cámaras de gas construidas en el campo de concentración de Treblinka, donde los nazis habían exterminado ya a centenares de miles de seres humanos.