‘Un encuentro con Miguel Hernández’/Guirigai Teatro: Rayo que no cesa ni se agota
Obra: Un encuentro con Miguel Hernández. Dramaturgia: Sobre poemas de Miguel Hernández. Compañía: Guirigai Teatro. Intérpretes: Magda García-Arenal, Pedro Luís Cortés y Raúl Rodríguez. Escenografía: Jean Helbing, Maite Álvarez y Luís Pablo Gómez. Iluminación: Jordi Alvarado. Dramaturgia y dirección: Agustín Iglesias. Teatro de la Estación (Zaragoza) 19 de marzo de 2011.
‘Me sobra corazón’. Miguel Hernández lo dejó escrito en uno de sus versos. Un verso que condensa la pasión, la intensidad, la entrega y el compromiso de su obra y de su vida. Le sobró, en efecto, corazón para el amor, para el entusiasmo, para la lucha e incluso para su prematura e injusta muerte carcelaria. Dejó tras de sí un monumento de poesía arrebatada, fervorosa y combativa, poesía a la que un espectáculo puede acercarse encerrándola tras los barrotes del academicismo formalista o transformándola en un encuentro vital que recoja ese viento, esa voz, ese rayo incesante de emoción y rebeldía.
Guirigai Teatro nos invita a andar por este último camino en ‘Un encuentro con Miguel Hernández’, una muy buena propuesta que mereció contar con mayor presencia de público que el que acudió el sábado al Teatro de la Estación. Es muy destacable su planteamiento escénico, el tratamiento del espacio y que hayan elegido dibujarnos al poeta como alguien que crece, que evoluciona y se transforma pegado a la tierra, a su época y a la vida. Cuarenta poemas, un intenso trabajo actoral, un espacio escénico abierto, una dramaturgia sencilla e inteligente, un juego teatral rico en imágenes, en símbolos y sediento de cercanía y complicidad, una escenografía plástica, sobria y cargada de significación, una buena iluminación y un vestuario y un espacio sonoro acertados, dan forma a una propuesta que nos acerca al poeta, a su palabra y a los momentos más significativos de su vida. Su origen campesino, la fascinación de su llegada a Madrid, el entusiasmo por la República, su efervescencia revolucionaria, su alistamiento en el Quinto Regimiento de Milicias Populares, su viaje a la URSS, su estancia en el frente de batalla, su paso por las cárceles y su muerte.
Tal es el recorrido vital del poeta que nos ofrece este encuentro con Miguel Hernández, este latido de un corazón encendido. Hay momentos hermosos, intensos (Rosario dinamitera, La canción del esposo soldado o El tren de los heridos…) hay poemas dibujados por los cuerpos y las voces, hay un universo dramático y hay, sobre todo, mucha vida.
Joaquín Melguizo
Publicado en Heraldo de Aragón 21 de marzo de 2011