De Grecia el Teatro

Un «heraldo» del teatro griego a Venecia

¿Qué tiene que ver el heraldo en la tragedia de Esquilo «Agamenón» con Edipo? ¿Cuál es el vínculo entre el dramaturgo catalán Pere Riera y la Copa Volpi a la Mejor Interpretación Masculina? ¿Cómo uno puede estar en Venecia y en gira por todo Grecia con el Teatro Municipal de Kozani al mismo tiempo? La respuesta a todas estas incógnitas es un nombre que a los oídos hispanohablantes, suena raro, además de absolutamente desconocido: Themis Panu (o Panou según la mayoría de los medios extranjeros).

Como ya se habrán dado cuenta, estamos hablando del actor griego que se hizo con la Copa Volpi a la Mejor Interpretación en la 70ª edición del Festival de Cine de Venecia, por su papel de padre de familia y abuelo incestuoso en la película «Miss Violence», del director griego Alejandro Avranás, quien fue premiado con el León de Plata a la Mejor Dirección en el mismo Festival.

En una época en la que los periódicos internacionales se hacen eco sólo de noticias que manchan la imagen de Grecia, desprestigiando el país por los números rojos de su economía, por la miseria que ahoga cada vez a más de sus ciudadanos o por el peligro que supone la subida de los nazis en las encuestas, esta noticia y su impacto a nivel internacional fue un alivio y una esperanza para todos nosotros, además de constituir una prueba contundente de que hay gente con mucho talento que sigue trabajando y soñando a pesar del pesimismo que nos rodea.

Y si para los españoles, es normal que el nombre de Themis Panu suene como «jroña que jroña» (traducción: «años y años», el lema del anuncio del yogur griego de Danone), no lo es para la mayoría del gran público griego que tampoco lo conoce, a excepción de los muy teatreros. O no lo conocía hasta hace cuatro días, mejor dicho.

Y eso porqué Panu, un hombre que nació hace 53 años en Estambul, es una persona dedicada en cuerpo y alma al teatro durante los últimos 30 años. Este «infatigable artesano del arte teatral» según «Acinórama», la revista de ocio más importante de Atenas, protagoniza por primera vez en una película. ¡Y lo hace por todo lo alto!

Sin embargo, los que conocen su trayectoria teatral hasta ahora, no se sorprenden por esta distinción en el Festival de Venecia. Y es que Panu, a pesar de interpretar más a menudo papeles segundarios que protagonistas, siempre llama la atención del público y de la crítica por su talento y su eficacia en el escenario.

«Acinórama», la revista anteriormente citada califica de «grande y al mismo tiempo justo» el reconocimiento que acaba de recibir Panu en el Festival de Venecia, al que describe como «un actor que se ha identificado mayoritariamente con papeles de tipos malos, ásperos y extraños – inolvidable su papel de Egisto en la «Orestíada» de Esquilo, en el Teatro de Epidauro en 2001, dirigida por Yianis Kokos, o del personaje tullido y astuto en la obra «Madre del Perro», del dramaturgo griego Pavlos Mátesis, hace dos años en el Teatro Nacional.»

Panu nació en Estambul en 1960. Como actor ha colaborado con la gran mayoría de los directores griegos: desde el emblemático Aleksis Minotís hasta el anterior director del Teatro Nacional Yianis Juvardás, pasando por Rúla Pateraki y Mijaíl Marmarinós. Panu, aparte de interpretación, ha estudiado también teatrología en la Universidad de Atenas. Además, ha traducido del griego al turco la obra de Sófocles «Ichneutae (Persiguiendo sátiros)» para la puesta en escena en el Festival de Esmirna, en 2010, dirigida por Dimos Avdeliotis, y del turco al griego la trilogía «Las orejas de Midas» de Gungor Dilmen. Por último, Panu ha publicado también una colección de relatos y diferentes textos en varias revistas literarias.

Por otra parte, en octubre de 2012, Panu se vinculó con el teatro español contemporáneo, al interpretar el papel de Cáceres, la eminencia gris detrás del presidente del gobierno Víctor Bosch, en el montaje de la obra «Desclassificats» del dramaturgo catalán Pere Riera, en una sala ateniense.

Las primeras palabras de Panu tras la entrega del premio en Venecia fueron las siguientes: «Es mi primer papel de protagonista en cine, tras 30 años sirviendo el teatro. Alejandro confió en mí y todo lo que está pasando es muy importante. Creo que existe una agitación alrededor de todo lo que tenga que ver con Grecia y que seguramente estamos haciendo las cosas bien a pesar de las adversidades. Tenemos que buscar la manera para que todo esto continúe, debemos cambiar el chip, nuestra mentalidad, nuestro modo de pensar y ejercer presión para abrir las puertas.»

Esperamos que estos premios constituyan el pistoletazo de salida para una política a largo plazo que ayude a la cultura griega a hacerse un hueco tan merecido en el panorama cultural internacional. La materia prima está aquí, falta solo la voluntad política…


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