Otras escenas

Vacaciones en Nueva York

Para alguien con predisposición a la ingesta masiva de productos culturales, unas vacaciones en Nueva York pueden resultar una experiencia situada más allá del orgasmo múltiple. La oferta es simplemente ilimitada. Intentar abarcarla es como querer meterse en los bolsillos el tesoro que los cuarenta ladrones escondían en la cueva.

Cada barrio es una mina exótica, una bofetada, un beso premonitorio. Para ordenar la estancia – organizarse es el único antídoto al ataque de angustia que se puede sufrir ante tanto museo, concierto y luces de neón- se deben tomar decisiones, tocar de pies en el suelo y tirar de la ayuda de guías. La aplicación para iPad de Time Out NY, por ejemplo, es una maravilla y se convierte rápidamente en una aliada indispensable.

Entre las muchas actividades llevadas a cabo – y kilómetros recorridos- toca por fin entregarse a los placeres que ofrece el panorama escénico. Broadway se perfila como una parada obligatoria desde antes de pisar las calles de la gran manzana. Es tal la leyenda que precede a la Meca del teatro musical… Y entre los títulos más recomendados, ‘Matilda’ y ‘The book of mormon’.¿Pero por dónde empezar? ¿Y qué presupuesto invertir?

Con todo, la primera entrada que compro es para un espectáculo musical, sí, pero situado a las antípodas. Me pueden el festival y la propuesta. Se trata de la ópera ‘Anna Nicole’, programada en el Next Wave Festival del BAM (Brooklyn Academy of Music). El festival es una de las citas imprescindibles del otoño neoyorquino para los amantes de la creación contemporánea. Entre otros, los protagonistas de esta 31 edición serán Robert Lepage, Thomas Ostermeier, Zimmermann & Perrot, Angelin Preljocaj, Hofesh Shechter, Anne Teresa De Keersmaeker; o la maravillosa Kirsten Dehlholm, directora de Hotel Pro Forma, una compañía danesa histórica y habitual de las grandes programaciones internacionales, prácticamente desconocida en la península.

La ópera nunca me ha fascinado. La liturgia de su sistema de producción tiene algo que me puede, y que supongo me ha convertido en un público poco objetivo. No obstante, de ‘Anna Nicole’ me pone el atrevido y ‘trashy’ punto de partida, la trágica vida de la stripper, playmate y estrella de la prensa rosa Anna Nicole Smith convertida en hagiografía musical. Una nueva revisión del archiperseguido sueño americano. El montaje se pudo ver por primera vez en Londres, en Febrero de 2011, y llega a Brooklyn como uno de los ‘highlights’ indiscutibles de esta edición del New Wave festival.

De lo uno y lo otro les hablaré la semana que viene. Por el momento voy a continuar con mis vacaciones. Me marcho a merendar. Me muero por un ‘bagel’ relleno de tomate, queso fresco, alcaparras y salmón acompañado de una cervecita muy fría. Cambio y fuera.


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