Víctor Iriarte y Maite Pérez Larumbe estrenaron sus obras en el teatro Oran Mor
Los autores navarros Víctor Iriarte y Maite Pérez Larumbe vieron estrenadas la semana pasada sus obras dramáticas Limbo y Zarraberri en el teatro Òran Mor de Glasgow (Escocia, Reino Unido), donde permanecieron en cartel de lunes a sábado, en el marco de un proyecto de colaboración entre este espacio privado y el Teatro Gayarre de Pamplona que lleva en funcionamiento cuatro años y que ha permitido estrenar en la capital navarra obras de Chris Dolan, Dave Anderson y, este año, de Kate Donelly. Es la segunda vez que ambos autores navarros han visto representadas sus obras en ese escenario, donde debutaron en septiembre de 2005. Limbo y Zarraberri son las adaptaciones en inglés de Cuota líquida y Una oportunidad para Zarraberri y la traducción fue obra de Chris Dolan y Moira Leven. Ambas obras fueron seleccionadas junto a otras tres en el primer certamen de escritura dramática del Teatro Gayarre y exhibidas en enero y febrero de este año, con dirección de Miguel Munárriz.
El reparto de la versión escocesa estuvo integrado por John Kazek, Simon Scott y Ros Sydney. La directora del montaje fue Rosie Kellagher, la escenografía fue obra de Rita McGurn y la producción es de David McLennan.
Limbo teatraliza un peculiar juicio final, que se realiza en la antesala del Paraíso, con un sistema similar al de la declaración de la renta: admite simulaciones, exenciones, desgravaciones y pequeñas trampas para conseguir un resultado negativo o “a devolver” que permita entrar en un cielo en tiempos de desbarajuste tras la sorpresiva desaparición del limbo decretada por el Papa.
Zarraberri ironiza sobre la proliferación hasta el absurdo de museos, centros de interpretación y dotaciones culturales de calidad discutible. Se sitúa la acción en un pueblo imaginario que tiene la desgracia de no poseer ni un pasado, ni un personaje ni un hecho significativo con los que poder atraer a los turistas. La obra se inicia cuando un promotor con pocos escrúpulos trata de encajar uno de estos edificios “singulares” que no ha podido vender en otros sitios y los lugareños discuten con él sobre las posibilidades de hallar un “hecho diferencial” que ofrezca contenido al continente.