Aclárate la voz

Vínculos de voz

La historia de la humanidad en su sucesión de civilizaciones y épocas ha estado siempre engalanada de cantos. Cantos en grupo. Cantos con una función social, familiar, cantos de a dos. Cantos de celebración, de plegaria, de duelo, de amor, de guerra, de protesta, de labor, de juego. Cantos que tenían la función de perpetuar una cultura y la sabiduría popular a través de la transmisión oral. Cantos para ahuyentar los temores de la comunidad o del niño que no podía dormir acosado por miedos nocturnos. Cantos de vida y jaleo jaleo. Cantos para amedrentar al enemigo y para despedir a quien se fue, cantos para acompañar a quien se queda. Cantos para rogar a los dioses de la naturaleza o a los dioses únicos su protección y favor. Cantos, que en definitiva, ayudaban a estrechar lazos con el entorno más inmediato.

Una Navidad años atrás. Una mujer. Una madre creativa y atrevida me lanzó una propuesta. Quería hacer un regalo a su familia. Una familia que se reunía todas las navidades llagada desde diferentes ciudades del país. El regalo; una sesión de improvisación musical vocal. La propuesta me entusiasmó por su originalidad e intención de juego. Cambiar juegos de mesa por juegos de voz. Varias generaciones aunadas en una actividad lúdica de comunicación e interacción, que por nueva y diferente, permitía acercarse a ese otro ya conocido y más querido desde otro lugar. Una posibilidad para mirarse y oírse de otro ángulo. Para estar y sentirse con el otro dentro de una situación sorprendente y nueva. Sin la presión de tener que llegar a ningún lado, solo estar, ser y jugar. Fue hermoso, nutriente y divertido. Ver a una familia creando melodías efímeras que morían casi en el mismo momento de nacer pero que fortalecían un vínculo con nuevas columnas que le ayudarían a perdurar en el tiempo. Puede contemplar y participar, desde mi lugar, a una nueva versión de la función de los cantos colectivos. Hoy lo recuerdo con ternura y simpatía.

«Dame tu mano y cogeré con mi voz, mil mariposas. Dame tu voz y alcanzaré para ti, mil mariposas» («Mil Mariposas». Presuntos Implicados)


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