Desde la faltriquera

Wiels&Anne Teresa de Keersmaeker

Keersmaeker comenzó su trabajo en el inicio de la década de los ochenta, planteando las relaciones entre música y la danza contemporánea, cuando muchas creaciones de nuevo cuño se fijaban en el movimiento desgajado de los compases musicales. Asch, Fase: Four Movements to the Music of SteveReich y la célebre Rosas danst Rosas fueron las primeras coreografías en esa línea. Después la residencia en el Théâtre de la Monnaie de Bruselas apretaron más ese vínculo.

Sin embargo, ahora en Wiels transita por caminos opuestos, en continuidad con los trabajos de los últimos años desarrollados algunos de ellos en museos (MoMA o Tate Moderm). Este Work/Travail/Arbeib (en Bruselas es necesario la corrección política en todo) responde a la invitación para que Rosas (la compañía) forme parte de una exposición en el Centro Cultural de la calle van Volxem, casi en el extrarradio de la capital comunitaria.

Keersmaeker explora la simplicidad, extrañeza y belleza de los movimientos, ejecutados de manera aislada, o bien relacionados entre los bailarines de la compañía. Ocupan la tercera planta del Centro Cultural y allí están ocho horas en evolución, ante la mirada de los espectadores que deambulan por la sala, se sientan donde les place (pero en el suelo) o se colocan junto a las paredes. Además de los siete bailarines, seis músicos de la agrupación Ictus y el director de la banda, que también evolucionan por el espacio. El espectáculo / exposición se fragmenta por horas y el espectador puede permanecer en tiempo que desee.

En Wiels cambia la relación bailarín espectador: abolición de la frontalidad y fusión del público en la propia coreografía (o taller), porque no ejerce sólo la condición de voyeur, sino también de objeto con el que se interrelaciona el bailarín en la ejecución improvisada de su movimiento y fuente de creatividad. Quizás sea éste uno de los puntos de mayor interés de la propuesta de Keersmaeker, la improvisación creativa ante la actitud del espectador, que a su vez observa sin distancia la evolución de los bailarines. Entre tanto los músicos deambulan por el espacio, improvisando sonidos conjuntados con armonía sobre una partitura de base.

La concepción de Wiels, según la propia creadora se inspira en un espectáculo anterior Vortex Temporum, coreografía sobre la composición musical del mismo título de Gérard Grisey: «Vortex se compone en capas, sobre varios niveles, con una acumulación progresiva de elementos.» Esta estructura es la que la inspira la deconstrucción conceptual, presentada en la exposición.

La originalidad del planteamiento resulta atractivo, así como la posibilidad de seguir, sin distancia y advirtiendo hasta el último detalle, la ejecución de los movimientos o los entralazamientos de los bailarines, mientras se escucha al fondo (o al lado) la música; pero junto a esta actividad de voyeur, Wiels ofrece otros ángulos de visión y temas para la reflexión. Entre los primeros la conceptualización del movimiento; es decir, la ejecución partiendo de una idea previa, modificada improvisadamente en cuanto que se produce la relación bailarín / espectador, que le lleva al primero a modificar su trabajo en función de la reacción instintiva del espectador. Existe y se percibe una acción reacción, que se concreta en la configuración del nuevo movimiento y su ejecución, bien en solitario y, más compleja, cuando los bailarines buscan la composición con otros.

Algunas reflexiones giran en torno a la captación del presente mediante la corporeización de los conceptos y la no reproducción o repetibilidad de movimientos codificados; La segunda deriva: supresión de pasado o futuro, abierto a lo ignoto por las nuevas relaciones que puedan establecerse con otros espectadores; La tercera, la eliminación de procesos asociativos, de discursos racionales, remplazados por la sensorialidad aprehendida; una cuarta, la supresión de todo atisbo de argumento o temática (leve en la danza contemporánea) y su sustitución por la plasmación del instante en la visualización del proceso acción reacción; y para acabar, el work in progres creativo de un espectáculo de teatro danza, que participa de las notas precedentes, aunque los estímulos para el movimiento procedan además de personajes / personas, de objetos, ideas o estímulos creativos diseminados en el texto base. Pero, Wiels es sólo la exploración en la simplicidad y belleza del movimiento, lo demás son sugerencias de un espectador


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