X aniversario del Museo Internacional de Títeres de Albaida
El Museo Internacional de Títeres de Albaida (Mita) celebra 10 años de trayectoria con la ampliación de sus instalaciones la segunda quincena de junio. El centro cultural, único de sus características en España, actualiza sus contenidos con la incorporación de iconos del cine y la televisión. Así, a las marionetas procedentes de culturas populares de todo el mundo, se suman, entre otras, figuras de Las Noticias del Guiñol, muñecos diseñados por Jim Henson para la serie Fraggle Rock y réplicas de famosos del programa de humor de la televisión autonómica Canal 9 Cuorelandia. El Museo Internacional de Títeres de Albaida es un proyecto que comenzó a gestarse en 1992 con la intención de convertirse en uno de los motores culturales de la comarca valenciana. Su inauguración oficial tuvo lugar en 1997 en el Palacio de los Marqueses de Albaida, un bello edificio medieval que consta de una ampliación dieciochesca. “Poner en marcha un museo de marionetas no es una idea tan descabellada como pueda parecer. El teatro de marionetas forma parte de las más antiguas tradiciones culturales y participa al tiempo de distintas formas de creación artística como las artes escénicas, la escultura, la música, la ópera y la pintura”, puntualiza el director del Mita, Josep Policarpo.
Durante el tiempo que el centro está abierto, se ha erigido como punto de referencia para la articulación de un discurso teórico en torno al títere y al espectáculo, por cuanto ha servido de catalizador de iniciativas culturales. Las actividades promovidas han trascendido el ámbito puramente expositivo y se han dirigido a varios campos de investigación histórica, al ensayo y a la literatura. Los cuatro volúmenes editados por Mita Publicacions recogen buena parte de este legado.
Con la llegada del nuevo siglo, y el décimo aniversario del centro, llega el momento de saldar la deuda con los medios audiovisuales, ya que es un ámbito en el que las figuras han llegado a alcanzar altas cuotas de perfección técnica. “Las marionetas en cine y televisión han participado del fenómeno de la mundialización y han sido reconocidas por millones de espectadores. Son los verdaderos héroes reconocidos por la tribu, por sociedades multiétnicas y pluriculturales”, subraya Policarpo.
En el caso de la televisión, figuras como los personajes de Barrio Sésamo, creados por Jim Henson, se han convertido en referencia generacional para la audiencia y han formado parte de sus procesos de aprendizaje y de desarrollo personal. Mientras que en el caso del séptimo arte, han surgido grupos de especialistas, como los responsables de “La guerra de las galaxias”, que han aplicado novedosas tecnologías al mundo de la animación con resultados espectaculares en cuanto al realismo y a la complejidad en la actuación de los muñecos.
Así, entre los fichajes nuevos del Mita, se encuentran las reproducciones que de la duquesa de Alba, Ricardo Bofill, Rociíto, Antonio David y Yola Berrocal, se nutrió Canal 9 para su programa de humor Cuorelandia, donde se parodiaba a los personajes de la prensa rosa. Otros inquilinos recientes son el muñeco del presidente José Luis Rodríguez Zapatero en las noticias del guiñol de Cuatro, en las que se aporta una visión peculiar de la actualidad política y social española; y tres de los personajes de la serie Fraggle Rock, creados por Jim Henson, Rossi, Dudo y Gobo. Por último, como eslabón entre la creación actual y la generación malograda durante la dictadura franquista, los responsables del museo han decidido incluir los títeres artesanales de un habitual de la compañía histórica de marionetas L’Entaulat, Josep Palanca.
Los nuevos habitantes del Museo Internacional de Títeres se suman a la colección preexistente. El Mita presenta, desde su inauguración, una amplia colección de marionetas procedentes de las distintas tradicionales populares del mundo, desde las europeas originarias de Gran Bretaña, Francia, Italia y Turquía, hasta las orientales, procedentes de China, India, Indonesia, Pakistán y Japón. Así mismo, cuenta con una importante colección de figuras africanas y una amplia representación de compañías y creadores contemporáneos, procedentes de toda España.
Entre las primeras adquisiciones del museo se hallan títeres tallados en madera y cuero de la Isla de Java, cuyas varillas para manipularlos son de caparazón de tortuga, y que representan dioses y personajes míticos extraídos del Ramayana y el Mahabharata; o el personaje de Punch, la adaptación inglesa de Polichinela, un héroe italiano del siglo XVII cómico, humilde e ingenioso. De pasado más reciente son los guantes de mano que empezaron a comercializarse en los sesenta, el repertorio de los centros dramáticos nacionales de varios países del Este o piezas de compañías valencianas ambulantes de la primera mitad del siglo XX. Actuaban en la calle y tenían un repertorio tradicional en el que predominaba el espíritu crítico y burlesco.
El conjunto se completa con un vídeo informativo cuya narración se remonta a la Grecia Clásica, la Edad Media y la Comedia dell’Arte, etapas que sirvieron de base a la integración de las marionetas en las vanguardias del siglo XX. “Es un hecho extraordinario que los títeres estuvieran presentes en los rituales religiosos originarios de cada civilización –expone Policarpo-. De hecho, se puede apreciar una esencia común: todas las religiones han utilizado muñecos inanimados para explicar la metáfora de la creación”.
Más allá de que la iniciativa del museo partiera de la compañía local de teatro Bambalina, la vinculación de la Vall de Albaida con las marionetas venía de antiguo. En la vecina ciudad de Alcoi pervive El betlem de Tirisiti, un retablo navideño de tipo mecánico que se ha convertido en una auténtica reliquia del teatro popular de títeres del siglo XIX, y el gran marionetista Paco Sanz, insigne ventrilocuo de principios del siglo XX que triunfó en América con su espectáculo de autómatas de tamaño natural, nació en la ciudad de Anna.