Xicu Masó aborda el trauma paralizante que sufren algunos niños y jóvenes refugiados
El Teatre Lliure de Barcelona estrena ‘Síndrome de gel’ en Gràcia
Xicu Masó vuelve a abordar el tema de la migración, después de su montaje ‘El metge de Lampedusa’, estrenado en el Teatre Lliure el año pasado. Si entonces se centraba en el viaje migratorio, ahora lo hace en los efectos y traumas de los refugiados una vez establecidos. El estreno de ‘Síndrome de gel’ tendrá lugar el 23 de marzo en Gràcia, Barcelona, donde se mantendrá en cartel hasta el 24 de abril.
El director Xicu Masó, con los dramaturgos Clàudia Cedó y Mohamad Bitari, aborda en este montaje el ‘síndrome de resignación’, una misteriosa enfermedad detectada en la década de los años 90 en Suecia, que afecta sólo a los niños y a los jóvenes provenientes del Este, de Siria, y particularmente a la minoría religiosa yazidita. Una enfermedad que lleva al letargo total como respuesta al miedo a ser devueltos al país de origen donde tanto han sufrido. «Los niños dejan de jugar, de hablar, de comer y entran un estado catatónico, casi en estado de coma. Te preguntas qué habrán vivido estos niños -los seres más adaptables del mundo- para querer apagarse de esta manera«, explica Claudia Cedó.
La fuente principal de información de este espectáculo, que sin ser un documental quiere mantener el rigor de todos los datos que se facilitan, es el libro de la médica sueca Elisabeth Hultcrantz, la primera persona que identificó este fenómeno y dio legalidad a esta enfermedad, inexistente para el sistema médico sueco y para el mundo.
‘Síndrome de gel’ cuenta la historia de Eman y sus dos hijas adolescentes, Barán y Ginar, a quienes deniegan el permiso de residencia. Ante el terror de tener que volver a Irak, donde Daesh sigue presente a pesar del fin oficial de la guerra armada, desarrollan el síndrome. La historia dibuja una Suecia, quintaesencia de la socialdemocracia con una política del bienestar y un concepto de la independencia muy avanzados legado de Olof Palme, en el momento en que el país cierra fronteras debido al crecimiento de la ultraderecha.
El reparto está formado por Sílvia Albert Sopale, Muntsa Alcañiz, Judit Farrés, Carles Martínez, Roc Martínez, Ramon Micó, Jana Punsola y Manar Taljo. Asma Ismail, pese a no ser actriz profesional, se suma al montaje aprovechando su experiencia de vida que, como refugiada palestina llegada a Cataluña en el 2010, aporta un testimonio en primera persona muy valioso.
También es valiosa la aportación de Mohamad Bitari, poeta y traductor palestino que participa de la dramaturgia del espectáculo. Bitari, nacido en un campo de refugiados palestino de Yarmouk -donde vivió hasta los 23 años-, ha contribuido a desligar la historia de los estereotipos que desde Occidente tenemos de lo que consideramos Oriente. «Bitari ha velado para que el espectáculo no guardara un sesgo occidental que no le corresponde», comenta Cedó, para quien ha sido un reto beneficioso trabajar a cuatro manos con él.