Críticas de espectáculos

Atlas, el gigante y la vértebra/Elena Córdoba

Circunvolución mítica 

 

La misma fascinación que ejerce la bóveda celeste atestada de estrellas, la ejercen también algunos mitos como el de Atlas: aquel gigante que sostenía el cielo para que no se derrumbase sobre la tierra. Y los mitos nos sirven como estructuras simbólicas para sostenernos frente a los avatares de la vida. He ahí el paralelismo simbólico entre Atlas y el padre de Elena Córdoba, a quien le dedica esta obra.

He ahí los objetos simbólicos que se integran en la performance y en la danza: la vara, el bastón (para ayudar a hacer el camino, para apoyarse cuando ceden las fuerzas, el bastón como símbolo de la edad, quizás también de la sabiduría), la esfera celeste que se anuda en los cabellos de Elena (el mundo, el cielo, el movimiento sin fin: eterno, esférico), el ángel que perdió una ala y que también se le anuda a los cabellos para emerger de ellos como si le naciese de la cabeza (el ánima que se desprende del cuerpo, el pensamiento), los cristales y las cuentas de vidrio engarzadas a los cabellos (la cabeza de Medusa).

La danza se centra especialmente en las circunvoluciones de la cabeza, sujeta precisamente por esa primera vértebra llamada ATLAS, a la que también hace referencia el propio título del espectáculo. También en las piernas, que simbolizan la voluntad humana y son esas dos columnas sobre las que se yergue el cuerpo. Elena Córdoba nos muestra sus piernas robustas y danza, sujetándose en el bastón rústico, esos esfuerzos ciclópeos por sostener el cielo, la juventud, la vida… cuando ceden, como cedió la del padre finado y han de ceder las nuestras.

Elena nos va contando, con pocas palabras, aquello que va a bailar. Nos confiesa que nunca le interesó ponerle palabra a sus movimientos, prendida del misterio y seducida por la magia inefable de la danza-teatro. Sin embargo, en esta obra le aparecían las palabras, como una luz, según iba generando movimiento. Y así fue estructurando las diferentes partes de este ATLAS, EL GIGANTE Y LA VÉRTEBRA, en una acumulación de secuencias danzadas abrazadas por el mito de ese esfuerzo supremo por sostener(se).

Afonso Becerra de Becerreá.

Obra: ATLAS, EL GIGANTE Y LA VÉRTEBRA (Estrenada en el 34 Festival CITEMOR 2012 de Montemor-o-Velho). Creación e interpretación: Elena Córdoba. Iluminación: Carlos Marquerie. Vídeo: Chus Domínguez – Teatro Ensalle de Vigo, 21 de abril de 2013.


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