Festivales

Balance oficial del Festival Internacional de Teatro de Calle de Lekeitio

En el mar de las artes de calle el faro de Lekeitio da luz al horizonte. El 10 de julio nos hicimos a la mar para partir a un viaje de tres jornadas. Un viaje lleno de aventuras, como el mítico viaje que busca la isla Itaka, la isla de la utopía. Y desde este punto de vista gozamos con el grupo francés Karnavires y su trabajo “Odysseus”. Encima del caballo de Troya escenificaron un pasacalle lleno de aventuras. Fuego y teatro en el mismo viaje. Poesía y mitología en un sorprendente espectáculo.

La siguiente noche también fue el fuego el protagonista en el puerto. El “correfoc” del grupo mediterráneo Scura Splats nos ofreció el pasacalle de pirotecnia más masivo que jamás hayamos visto en el festival.  Unos 7.000 aficionados tomaron parte en la fiesta bailando bajo las chispas encendidas. Una obra que emana adrenalina. Todos sorprendidos por su energía contagiosa.

Más allá de la fiesta de fuego, hay dos espectáculos que debemos subrayar  por su calidad artística: “Tocata y fuga” de Zanguango y “Otsoko” de Gaitzerdi. El primero toma el camino del musical para expresar su crítica social y conmover al público. Los presos también son personas advierten en un trabajo de guión e interpretación sobresaliente. El segundo nos indica como Gaitzerdi es un excelente creador de imágenes sorprendentes. La mitología del lobo y Caperucita se refleja de forma sobresaliente en un trabajo vanguardista.

En el mundo del clown el grupo Salitre nos ha dejado un buen sabor de boca. “On egin mon amour” es una obra cocinada a fuego lento en una cazuela que rebosa sonrisas. El buen control de las claves del clown contemporáneo y la magia son las bases de este trabajo reseñable.

En lo que respecta al ámbito infantil destacamos los dos buenos espectáculos que hemos visto. Eidabe sigue demostrándonos que son maestros en la técnica de la animación y Scura Splats consiguió la atención del público pequeño con una cuidada estética y la utilización de zancos hidráulicos. Estas dos obras demuestran que en nuestra plaza el teatro infantil es arte de gran nivel.

La programación del fin de semana se completó con el simpático cabaret deambulante de Femme Fatale y las olimpiadas de humor de Hortzmuga. El tiempo atmosférico ha sido el ideal para realizar el festival. El sol encendió los colores de nuestra escena natural y todo se ha desarrollado según lo programado. Hay que resaltar el número de aficionados de más allá de Lekeitio que se aproximan al festival. Cada año es más la gente que llega de fuera a gozar de este fin de semana. Su éxito es evidente. Este año hemos contabilizado unas 20.000 personas las que han participado en los once espectáculos programados. El faro de Lekeitio sigue dando luz en el mar de las artes de calle.


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