Críticas de espectáculos

El retablo de las maravillas/Els Joglars

Teatro popular
Obra: El retablo de las maravillas (Cinco variaciones sobre un tema de Cervantes)
Dramaturgia: Albert Boadella
Intérpretes: Xavier Boada, Dolors Tuneu, Pep Vila, Ramón Fontseré, Xavi Sais, Jesús Agelet, Minnie Marx, Pilar Sáenz
Espacio escénico: Albert Boadella
Vestuario: Dolors Caminal
Dramaturgia, espacio escénico y dirección: Albert Boadella
Producción: Els Joglars
Teatro Arriaga –Bilbao – 05-05-04
Caben pocas dudas sobre el carácter de teatro popular, en el mejor sentido de la palabra, de los espectáculos que crean «Els Joglars». Sus trabajos se mantienen en una línea crítica de aceptación por un amplio espectro social, mostrada siempre en una estética que puede ser asimilada sin mayores esfuerzos. En esa antigua tradición de un teatro popular que sirviera para hacer una ceremonia de participación en el escarnio crítico a políticos, jerarcas o religiosos. Un teatro popular que necesita de la complicidad del espectador al que se le pone un espejo ante comportamientos generalizados.
Partiendo del entremés cervantino que da nombre al espectáculo, Alberto Boadella va buscando versiones contemporáneas del papanatismo de los cretinos. Cretinos que triunfan y convierten su discurso en un dogma y que logran que otros cretinos vean lo inexistente, simplemente por la presión de no parecer un cretino. Personajes como el Beato José María Escrivá de Balaguer, el cocinero trascendental Ferrán Adriá o un curioso escultor, la mirada crítica amplifica los rasgos y perfiles de quienes aceptan el arte moderno más inerte y casual como la máxima expresión de la vanguardia o que se sienten poseídos por un don al degustar los platos desconstruidos del cocinero catalán.
Todo ello contado con mucho sentido del humor, con un cambio constante de personajes, con esa limpieza casi quirúrgica de los movimientos escénicos y con una pantalla de vídeo incorporada como decorado cambiante y recurrente. El equipo actoral muestra una gran cohesión interpretativa, destacando los momentos estelares de Ramón Fontseré y Xavier Boada. Espectáculo de marca, con todos los ingredientes apropiados para hacer disfrutar de un teatro popular de nuestro tiempo que agita acariciando.
Carlos GIL


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