Estrenos

Estreno de ‘Nadie quiere ser nadie’ en el CELCIT de Buenos Aires

El Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral (Buenos Aires) presenta el 13 de junio el estreno de ‘Nadie quiere ser nadie’, obra que cuenta con la dramaturgia y dirección de Mariela Asensio. El espectáculo está interpretado por Florencia Ansaldo, José Joaquin Araujo, Salomé Boustani, Anahí Gadda, Teresita Galimany, Guillermo Jáuregui, Carlos Juarez y Natalia Olabe.

 

En palabras de Mariela Asensio, ‘Nadie quiere ser nadie’ (historias de la clase media) nace a partir de tres disparadores: Los días que pasé en un barrio cerrado durante unas vacaciones; un video en Youtube en el cual una señora increpa a su empleada doméstica y mi propia reflexión acerca del oficio del teatro en relación directa con el dinero. La obra intenta ahondar sobre el pensamiento y las conductas de un sector amplísimo y muy variado de la sociedad, a la que podemos englobar bajo el título de «clase media», y que abarca a personas y realidades muy diversas. Desde familias que viven en countries, pasando por empleados, artistas y profesionales con mayor o menor suerte. Apelando al humor y la ironía, la obra cuestiona y expone las relaciones de poder en la vida familiar y en el ámbito público, la eterna disconformidad de un grupo humano al que nada le alcanza para estar en paz consigo mismo y su realidad, y la idea que las prácticas de consumo son uno de los elementos constitutivos de la clase media. Ese colectivo variopinto que muchas veces confunde el tener con el ser.

La obra

¿Alguna vez te preguntaste en qué se parece lo que soñaste para tu vida con lo que tu vida en realidad es? ¿Alguna vez te encontraste cara a cara con tu frustración?

Una aspirante a actriz, un extranjero que huye de los mandatos familiares, una psicóloga agobiada, un matrimonio adicto a la vida de country y una hija a la deriva, cruzan sus historias de vida en medio del tedio que les genera la disconformidad. Mientras tanto, un guardia de seguridad y una empleada doméstica, usan su poco tiempo libre para soñar con un mundo mejor.

Artistas, empleados, profesionales, desocupados, nuevos ricos, gente que hace una cosa pero muere de ganas de hacer otra. Con la tarjeta Visa en la billetera, el smartphone en el bolsillo y el plasma en el living comedor, esta diversidad humana que rema para llegar a fin de mes o que disfruta de nuevos privilegios, se cuestiona a sí misma asumiéndose o negándose rotundamente a ser la clase media. ¡Prendan la televisión que la mesa está servida! El futuro llegó hace rato y la única certeza es que nadie quiere ser nadie.


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