Críticas de espectáculos

Inanna/Carolyn Carlson

Cuerpo mujer
Obra: Inanna
Coreografía: Carolyn Carlson
Intérpretes: Chinatsu Kosakatani, Cristina Santucci, Isida Micani, Alessandra Cigna, Sonia Rocha, Sara Orselli, Sara Simeón
Música original: Armand Amar
Escenografía: Euan Burnet-Smith
Máscaras: Monique Luyton
Vestuario: Emmanuelle Piat
Producción: Centre Chorégraphique National Roubaix Nord-Pas de Calais, Atelier de París-Carolyn Carlson
Victoria Eugenia Antzokia –Donostia- 11-07-07
Siete bailarinas ocupando un espacio escénico cambiante; siete cuerpos, siete mujeres; todas las mujeres. Invocando a la diosa sumeria Inanna, siete mujeres, siete cuerpos, todas las mujeres en las situaciones más cotidianas, las más sublimes, las más impropias. Un gran espectáculo donde el lenguaje se vuelve sólido, en donde los movimientos, las coreografías, las situaciones describen espacios emocionales, marcan lugares reconocibles, pero se difuminan en una sublimación de alquimista y la escena se mineraliza. En esta gran obra Carolyn Carlson las siete mujeres, los siete cuerpos, van mostrando la influencia de Venus o de Marte, desde el amor a la guerra; desde lo ordinario a lo extraordinario; lo habitual a lo excepcional. Un recorrido entre vital y sentimental en el que se encuentra con los estereotipos que se les solicita a las mujeres socialmente, con sus cuerpos camuflados en vestuarios extravagantes, con zapatería incómoda, con unos juegos de máscaras que además de provocar inquietud, significan los roles escondidos, pero que acaban colocándose en lugares inverosímiles cuando aparece el cuerpo mujer, desnudo, sin aditamentos, libre, plena de energía, sin necesidad de justificar ni solicitar ante nada ni nadie su existencia. Bellas composiciones plásticas, continuidad rítmica, cambios constantes de vestuario, de emplazamientos, un juego luminotécnico que nos guía por un laberinto sensitivo, un espacio sonoro que identifica, unas ejecuciones de las intérpretes sobresalientes, estéticas, medidas en su expresividad o desatadas cuando conviene. Una buenísima dirección, un concepto de espectáculo total, que rozando el perfeccionismo se distancia y se aproxima a golpes de imágenes y de las pulsaciones internas del propio discurso. Un bello espectáculo de danza contemporánea con una buena dramaturgia que ayuda a mostrar una idea del universo femenino expresado en movimientos, con claridad y calidad. Carlos GIL


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