En cartel

Ion Iraizoz y Gloria March exploran los límites entre la realidad y la ficción sobre las tablas del TEM

La obra ‘Simulacro’ tiene una cualidad interactiva y cinematográfica, apoyada en el uso de una cámara en directo

La palabra simulacro tiene dos acepciones. La primera se refiere a la acción que se realiza imitando un suceso real para tomar medidas necesarias de seguridad en caso de que ocurra realmente. En su segunda, se refiere a una ficción, imitación o falsificación. Éste doble significado ha sido el punto de partida de la compañía La caja flotante para desarrollar el montaje teatral ‘Simulacro‘, que se puede ver en Valencia, los días 28 y 29 de abril, en el Teatre El Musical.

En la nueva obra de la formación navarra, un hombre y una mujer ensayan pequeños encuentros entre desconocidos en los que tratan de imitar situaciones de la vida cotidiana. Van a rodar una película. Tienen todos los elementos preparados para la filmación: vestuario, utilería, focos y una cámara de vídeo. Parece que hacen la grabación para ellos mismos, no tienen un propósito comercial. Ambos están creando un mundo a medida con sus propias ficciones, para tratar de entender algo sobre ellos mismos y el comportamiento humano.

El dramaturgo y actor Ion Iraizoz firma el libreto junto a Albert Pérez y la actriz valenciana Gloria March, que también estará sobre el escenario en este trabajo que gira en torno a la dicotomía entre realidad y ficción. La pieza es una coproducción del TEM en colaboración con el Festival de Teatro de Olite, el Teatro Gayarre de Pamplona y La caja flotante.

«En esta obra de creación, desarrollada desde cero, dos personas tratan de hacer pequeñas prácticas para el día a día, a fin de estar preparados para lo que venga en el futuro. Ambos imitan discusiones de amor, de desamor, de encuentro y desencuentro», avanza Iraizoz.

El montaje tiene un componente cinematográfico a través del uso de video indirecto en escena. La audiencia va a poder visionar pequeñas películas de las secuencias que los actores van poniendo en pie. «De este modo, los espectadores y las espectadoras van a poder editar la obra en directo, eligiendo si prestar atención a los actores o al resultado cinematográfico de sus acciones, a la realidad o a la representación. La propuesta tiene, por tanto, una parte interactiva, porque la crea el público en presente», explica el creador navarro.

Creada en 2012, La Caja Flotante es un proyecto iniciado por Ion Iraizoz, centrado en la creación contemporánea, las nuevas dramaturgias y la búsqueda de dispositivos escénicos capaces de darles vida. En los últimos años se han ido acercando a un espacio que está en la frontera entre lo teatral y lo cinematográfico, donde aspiran a crear un lenguaje propio.

Como la compañía subraya acerca de la propuesta con la que visitan el Teatre El Musical, «lo que nos constituye como seres humanos es, básicamente, una ficción, un relato, desde lo que nos contamos a nosotros mismos sobre quiénes somos, hasta las religiones, las empresas o las utopías políticas. Somos relatos en medio de otros relatos. Somos el resultado de las ficciones que nos contamos. Los primeros encuentros albergan en su interior un gran potencial ficticio. Son momentos que siempre recordamos con algunos excesos y que marcan el devenir de cualquier relación».


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