Del 10 de diciembre al 17 de enero, el Teatre Lliure de Barcelona acoge el estreno de ‘Les tres germanes’ de Antón Chéjov, bajo la dirección de Julio Manrique, cuya adaptación la ha realizado junto con Marc Artigau y Cristina Genebat. El director lleva a un territorio contemporáneo este clásico que cuestiona por qué no vivimos a la altura de lo que proyectamos.
‘Les tres germanes’, que estará en cartel durante la Navidad en la Sala Fabià Puigserver de Montjuïc, cuenta con un reparto encabezado por la misma Cristina Genebat, Maria Rodríguez y Elena Tarrats, en el papel de las tres hermanas. Mireia Aixalà, Joan Amargós, Ivan Benet, Carme Fortuny, Jordi Rico, Marc Rius y Lluís Soler completan el reparto.
De nuevo, las tres hermanas (Maixa, Olga e Irina) vuelven a escena para evidenciar la vida insatisfecha y decadente de las clases privilegiadas en la Rusia rural. Las tres hermanas quisieran irse a Moscú. Pero no van. Quisieran vender la casa donde viven, cambiar de trabajo, pareja o vida. Pero no lo hacen. Son capaces de imaginarse viviendo una vida mejor, una nueva vida, llena de sentido y de luz. Pero no saben cómo vivirla. Y sufren. Porque no están donde querrían estar. Porque no hacen lo que querrían hacer. Porque no aman a quien querrían amar. Porque no las aman quienes querrían que las amasen. Porque no son quienes querrían ser. ¿Y por qué? Moscú es el principal elemento simbólico de la pieza, siempre idealizado y deseado por los personajes, incapaces de atrapar un mundo que ya traspunta.
«Con la adaptación hemos querido traer al presente estos personajes de clase burguesa que viven una época de cambios, con la sensación de que el sistema se está derrumbando, y que están absorbidos por sus problemas sentimentales y profesionales mientras filosofan e imaginan cómo será el mundo dentro de 200 años. Los personajes hacen planes, quieren ser felices, pero se ven atrapados en los pequeños problemas de la vida cotidiana», explica Manrique, que ya había llevado a escena otra pieza de Chéjov, ‘L’hort dels cirerers’ (El jardín de los cerezos) y que describe como «radicalmente moderno». «Hemos intentado preservar el alma de Chéjov con la esperanza que la obra nos hable de hoy, ahora y aquí», ha concluido Manrique.
Merece también especial mención la escenografía de ‘Les tres germanes’, diseñada por Lluc Castells con el director, que considera el espacio dramaturgia: «el trabajo del espacio arrencón con el texto, los dos creciendo a la vez». Una gran caja de cristal, a modo de muros invisibles, separa espectadores de intérpretes para recrear esta atmósfera cerrada en la que los personajes se mueven y que cuestan tanto de derrumbar.
El montaje se podrá ver hasta el 17 de enero en el Lliure de Montjuïc, y en el Lliure online, a partir del 8 de enero, con subtítulos en castellano.
