Estrenos

‘Los villanos de Shakespeare’ de Berkof por los colombianos de T de Teatro

Jairo Tamargo y Juan Pablo Acosta interpetarán la obra «Los villanos de Sahkespeare» de Esteven Berkoff dirigida por Jorge Hugo Marín en una coproducción de los colombianos de la Fundación T de Tetaro que se reprsnetará desde el 11 de junio de jueves a domingo en el Teatro Arlequín – Casa E del Barrio La Soledad. Carrera 24 No. 41-69 y desde el 30 de Julio en el auditorio OLD MUTUAL al norte de Bogotá – Avenida 19 No. 109A-30.

Una obra creada por y para un actor quien hace un viaje interpretativo por algunos de los personajes «malvados» en las piezas de Shakespeare. Personajes tarados, agrios y perturbados que son representados ante el espectador dinámica y reflexivamente por este actor y un tramoyista, quienes repasan y exponen en un escenario —vacío de objetos pero lleno de cuestionamientos—, razones sobre cómo hacer para entender lo qué significan estos «villanos» y como asociarlo fácilmente con actitudes que nos convierten en malos o malvados; y no de una tragedia teatral sino de la vida misma.

Un texto que no todo actor puede interpretar sin verse así mismo angustiado y reflexivo, con motivos que le permitan expresar a grito vivo que estos farsantes inicuos están en una obra de teatro porque salen del comportamiento de las sociedades y sus complejas relaciones de convivencia.

Esta puesta en escena nos sumerge divertidamente entre Ricardo III, Shylock, Yago, Macbeth y Hamlet desnudando pensamientos manifiestos del reconocido actor de cine y teatro Británico Steven Berkoff, (Naranja Mecánica, 007), interpretados en Colombia por Jairo Camargo, en compañía de Juan Pablo Acosta y dirigidos por Jorge Hugo Marín, en una particular versión que proyecta estos pensamientos desde nuestro contexto nacional, haciendo un espejo crítico del diálogo social del que hacemos parte.

Ficha técnica

Actores: Jairo Camargo, Juan Pablo Acosta

Autor: Steven Berkoff

Traducción al español: Santiago Martínez

Director: Jorge Hugo Marín

Asistencia de dirección: Juan Manuel Hormaza

Diseño Iluminación: Jhon León

Diseño Vestuario: El Otro Trapo

Productor: Wilson L. García D.

Productor asociado: Parkway Productions.

Administra: Equilibrio Social y Cultural.

Esta obra es representada en Colombia bajo autorización de Rosica Colin Ltd. Oficina de derechos del autor.

stevenberkoff El escritor

Introducción a Shakespeare’s Villains. Actor, director y dramaturgo inglés. Steven Berkoff es reconocido internacionalmente por su extensa filmografía y muy especialmente por los papeles de «malo» que ha interpretado en películas como Octopussy, Rambo o Beverly Hills Cop. La pieza Shakespeare’s Villains, de la que es autor e intérprete, es verdaderamente una clase magistral sobre el mal. Berkoff, en solitario, hace la disección y el análisis de los malvados creados por Shakespeare (Yago, Ricardo III, Shylock, Macbeth…) profundiza con nuevos puntos de vista de la personalidad y circunstancias de los personajes y, a partir de su excepcional don para la improvisación, combina la disertación sobre el teatro isabelino, el diálogo con el público y la representación de los grandes malvados shakesperianos. Los actores se definen a si mismos vía Shakespeare. Trabajar Shakespeare es como una gimnasia con la que expandes la voz, desarrollas la musculatura de la ironía, cargas el corazón, llenas de combustible el depósito de las emociones. Un actor alimentado por las obras de Shakespeare es un animal de teatro diferente.

Muy cerca de aquellos verdaderos artistas que tanto envidiamos: cantantes de ópera, concertistas de piano, artistas a los que el público quiere volver a ver una y otra vez. Garrick construyó su fama con Shakespeare, como Edmund Kean que, según decía un crítico, interpretaba a Shakespeare «iluminado por la luz». Desde entonces, Shakespeare se convirtió en un test más agrio para medir el poder y la calidad del actor. Podías llegar tan lejos con Shakespeare como tus limitaciones te dejaran. No había límite real, no había normas. Yo he visto pocos actores llegar al final -consternando, iluminando o aterrando-, pero, tristemente, parece que ahora hay menos que nunca que lleguen ahí. Ahora preferimos reducir a Shakespeare a nuestra propia medida y hacerlo un poco más aceptable, natural … identificable con nuestros modestos propósitos. La última riada de películas da fe de las interpretaciones más cómodas de Shakespeare: ligeras, reticentes, sin grandes basso profundo, sin los conmovedores crescendos a la Olivier.

…Shakespeare no pide al actor menos que Chopin o Bach al pianista, pero el pianista tocará en conciertos mucho tiempo antes de soñar con grabar en un estudio de sonido para la posteridad. Hoy en día, normalmente, los actores se arrastran a través de Shakespeare por primera vez en la pantalla. Cuando Olivier rodó Hamlet, Enrique IV y Ricardo III, ya había interpretado estos papeles centenares de veces y los conocía del derecho y del revés. Ricardo había formado parte de su repertorio casi cinco años. Lo que pasa, claro, es que se produce un crecimiento lento, el fortalecimiento firme y continuo de las cuerdas vocales, el endurecimiento muscular y el conocimiento claro del personaje que, justo ahora, empieza a fundirse con la propia vida cotidiana. Bien, la verdad de todo esto es que todos nosotros queremos bañarnos en Shakespeare, como si fuésemos carne cruda en agua hirviendo; ser sumergidos, como Aquiles, en el agua mágica y volvernos invencibles…

…Y llegó el día en el que sentí que debía hacer un monólogo para poder representar Shakespeare cómo y cuándo quisiera. Nadie me podría parar y no debería poder reunir una fortuna para tener el privilegio de poder visitar cualquiera de mis papeles favoritos…

Los Villanos de Shakespeare, de Steven Berkoff

…Decidí que quería centrarme en los «malvados» como si fueran un género particular: personajes tarados, agrios, si queréis, incluso mentalmente perturbados. Quería intentar presentarlos al espectador, hacer un breve resumen de la trama y entonces hacer la mía. Recuerdo que nunca fui capaz de fijar realmente de qué quería hablar y que nunca supe qué quería decir. No podía tomar un punto de vista académico cuando hay una montaña de libros que lo desarrollaban mucho mejor que yo. Yo quería explicar los personajes como lo hace un actor y explicar qué significaban para mi. En un período de varios meses, una historia empezó a crecer alrededor de cada personaje y todavía no me había sentado para intentar escribir una tesis clara.

Esperaba estar inspirado… relajarme lo suficiente para permitir a mi pensamiento una inmersión afortunada. Había noches que todo funcionaba y había otras que no tanto, pero lo que hacía me provocaba una sensación de peligro que nunca había experimentado. Las ideas más estrambóticas aparecían cuando la adrenalina hacía saltar las bisagras de las puertas. No hace falta decir que no les daba demasiadas vueltas antes de ponerme a ello, y no pude aprenderme un texto definitivo mientras sentía en mi interior una especie de perversión que deseaba correr sin freno y revolver el inconsciente como un niño en una tienda de juguetes. Lo que el espectador ve es una pequeña muestra de lo que salió. Digo pequeña porque el cuerpo humano también explica la historia… «Steven Berkoff»

Jairo Camargo

En 1970 y saliendo de su adolescencia comenzó la carrera de este actor en un grupo aficionado que ensayaba en el colegio del cual hacía parte como estudiante de bachillerato y muy pronto descubrió que ese era el cauce que necesitaba para enrumbar su vida un tanto descarriada por el alboroto hormonal de su adolescencia muy reciente. Con ese grupo conoció los rudimentos primarios de la expresión corporal y de la mano de Grotowsky, (se escribe así?),; el oficio actoral de la mano de Stalisnavsky, (?), y la disciplina y el rigor y la constancia y la curiosidad y la imaginación y el amor que demanda este oficio. En 1976 ingresa en la Escuela nacional de arte dramático, ENAD, a fortalecer y formalizar sus conocimientos del arte teatral. Un año después y por cosas del azar encuentra en el periódico la convocatoria que hacía el Teatro popular de Bogotá, TPB, para llenar algunas plazas vacante con nuevos actores y temerario decide presentar su Hoja de vida, que era eso: UNA hoja de vida. Es seleccionado, junto con otros cinco noveles actores, entre 250 aspirantes y entra a hacer parte de esta institución cuyo proyecto artístico pretendía ‘acercar los grandes autores del teatro universal a un público popular’. Desde entonces y hasta hoy, este actor colombiano ha participado de más de 40 montajes teatrales de obras que abarcan diversos autores: Shakespeare, Calderón de la Barca, Jorge Díaz, Ben Jhonson, Brecht, Chejov, Lope de Vega, Miller, Valle Inclán, Sam Shepard, Tenessee Williams…y autores nacionales y suramericanos. En el cine ha participado en más de 25 producciones de nuestra todavía pobre industria nacional. Es la televisión el medio en el cual ha desarrollado su potencial actoral de la mano de múltiples producciones en que ha participado hasta hoy y se ha visto recompensado con algunos premios a sus trabajos y nominaciones casi anuales a los mismos. Este actor colombiano espera en 2014, consolidar su carrera con el montaje de Los villanos de Shakespeare de Steven Berkoff.

Actor, Juan Pablo Acosta

Con más de 5 años de experiencia en teatro y después de explorar la improvisación y el espacio no convencional como área de formación y experimentación actoral Juan Pablo se ha consolidado como actor y cantante. Finalizando su bachillerato se enganchó directamente con talleres, seminarios y cursos de formación del actor en diversos campos del espacio no convencional. Ingresó a la escuela de formación de la Casa del Teatro Nacional donde terminó su curso de actuación. Su experiencia la centra como actor de teatro y televisión. Actualmente forma parte de la compañía «Drama Club» donde es fundador y actor principal. Ha actuado para Carneval Teatro Circo en Bogotá, La magna fraternidad teatral, Puerto aventura, y La Maldita Vanidad Teatro. En esta versión de Los Villanos de Shakespeare se le ha abierto una participación que enriquece el dialogo que propone el director.

Director, Jorge Hugo Marín

Nació el 17 de enero de 1981 en Medellín, Colombia. Director de teatro, escritor, graduado de la universidad de Antioquia. Es maestro en Arte Dramático de la Universidad de Antioquia. Es actor, director y dramaturgo. En el año 2009 fundó «La Maldita Vanidad» compañía teatral, escribiendo y dirigiendo la trilogía «Sobre algunos asuntos de familia» publicada por la universidad Distrital de Bogotá en el año 2012. Esta trilogía ha sido invitada a más de diez y nueve festivales alrededor del mundo.

«Morir de amor» su cuarta obra ha sido incluida en la antología de La dramaturgia colombiana contemporánea 2013, publicado por el Ministerio de Cultura de Colombia y Paso de Gato editores México. En el año 2013 fue ganador de la Beca de Creación del IDARTES a directores con trayectoria con su nueva obra «Matando el Tiempo, primer acto Nacer» estrenada en la ciudad de Bogotá.

Traductor, Santiago Martínez Caicedo

Documentalista y periodista. Se dedica a contar historias, lo que cambia es la plataforma. Ha escrito artículos para revistas culturales como Arcadia e I.letrada. Ha dirigido los documentales «Las ruinas futuras» (2008, 60 min), «Voces afro» (2010, variable) y «Vallenato, del Valle de Upar al Mundo» (2013, 28 min).

Productor, Wilson L. García D.

Hasta 1990 Cursó Estudios universitarios en Artes dramáticas en la universidad de Antioquia (Colombia); a la vez que trabajaba como actor y promotor en agrupaciones teatrales antioqueñas como el Teatro Popular de Medellín (Teatro infantil) y La Exfanfarria Teatro con el dramaturgo José Manuel Freidel. Acompañó en la producción técnica al bailarín Álvaro Restrepo en su gira «REBIS». En 1991 trabajó en el área de talleres y asistencia artística en El Teatro Popular de Bogotá. Realizó una sección del programa Momento Cultural de Punch TV. En 1994 Realizó un stage en producción teatral en el teatro Bobigny de Paris con el maestro Peter Sellars. Desde al año 1992, y durante 19 años, integró el comité directivo de la corporación Festival Iberoamericano de Teatro y La Fundación Teatro Nacional. Allí su experiencia la fortaleció desde la gestión y la producción, destacándose en los campos de la realización técnica, la publicidad, el mercadeo teatral y la dirección artística y escénica. En los últimos años ha sido fundador de dos entidades de industria cultural Equilibrio Social y Cultural y Fundación T de Teatro


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