Críticas de espectáculos

Plataforma/Michel Houellebecq/Calixto Bieito

Pulsión de vida
Obra: Plataforma
Autor: Michel Houellebecq
Intérpretes: Juan Echanove, Marta Domingo, Lluís Villanueva, Carles Canut, Mingo Rafols, Boris Ruiz, Belén Fabra
Escenografía.: Alfons Flores
Vestuario: Mercè Paloma
Iluminación: Xavier Clot
Música: Javier Gamazo
Dirección: Calixto Bieito
Producción: Teatre Romea, Ajuntament Viladecans, Festival Edimburgo
Teatre Municipal – Manacor- 01-10-06
El turismo sexual analizado desde una visión neo liberal, no es nada más que una extraordinaria posibilidad para ganar dinero. Los personajes que extrae Calixto Bieito de la novela homónima de Houellebecq forman un repertorio muy significativo de diferentes sustratos de la clase media alta, de la neo burguesía acomodada occidental. Gentes que van a Tailandia a buscar placer. Sexo barato, con cuerpos tiernos. Previamente son seres solitarios, consumidores de horas en los peep shows, viendo vídeos. Pero no son gente rara. Esa es la grandeza de la obra, son catedráticos jubilados, famoso cómico de televisión, funcionario del ministerio de cultura. Gente con posibilidades económicas, que van a buscar simple y llanamente sexo, sin pensar en más que en lograr rápidamente el placer, sin elucubrar ni filosofar. Pero en estas al protagonista, se enamora de una mujer que nos cuenta su pasado lésbico, que es una empleada de una cadena de hoteles que buscan precisamente una ampliación dedicándose, sin reparos, al turismo sexual.
No hay inmoralidad, porque la moral parece estar escondida en la tarjeta de crédito. Buscan carne joven, la encuentran, la pagan y la consumen. Pero en esas surge el amor. Un amor que crece, que se consolida. Y es un amor también muy sexual, ambos parecen campeones. Al final surge el lado moral, el castigo, una bomba islamista acaba con la mujer. Rompe la pareja, la pulsión de vida, se convierte en pulsión de muerte, y ello se acompaña de un controvertido discurso de uno de los personajes contra los islamistas, con frases rotundas, como que “el racismo no es nada más que la expresión de lucha por las vaginas jóvenes”. Barbaridades. Rotundidad.
Un espléndido decorado circular, una buenísima estructura dramática, unos actores absolutamente imbuidos por el ambiente general de abusos y destrucción, de sórdida diversión, perfectamente trazado por la dirección, que nos deparan dos horas de teatro de alta calidad, de una fuerza tremenda, donde las imágenes se acompañan de palabras y los diálogos y monólogos son estiletes que van penetrando en el cerebro, el corazón o als tripas del espectador. Va a verse en fechas próximas en nuestros escenarios, corran a reservar entradas. Es una trabajo de los que ya no quedan. Y les dará para gozar, reflexionar y tomar postura.
Carlos GIL


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