Una veintena de las mejores arias de la historia de la ópera, interpretadas por consumados cantantes, y una ecléctica puesta en escena, que bebe tanto de la estética barroca como de la MTV, son algunos de los secretos del montaje The Opera Show, que podrá verse en el Teatre Victòria de Barcelona del 17 de marzo al 4 de abril de 2010.
El teatro del Paralólel acogerá esta exuberante y original producción que acaba de cerrar su temporada en el Reino Unido con lleno absoluto y excelentes críticas. “Consumadamente hermoso”, escribió recientemente The Stage, y The Daily Express lo consideró «totalmente fascinante» así como «tremendamente brillante».
THE OPERA SHOW recorre la historia de la ópera a través de sus obras maestras, organizadas en tres actos, cada uno con su propia personalidad visual y musical. Las piezas se presentan fuera de su contexto narrativo, e hilvanadas en alegorías visuales que dan unidad a cada uno de los actos. Nessun Dorma, La Donna E Mobile, O Sole Mio, así como otros clásicos de Puccini, Verdi, Rossini y Mozart, conforman su completo repertorio del Barroco a la electrónica futurista, pasando por la posguerra española. Con 4 cantantes, 5 bailarines y 8 músicos, una coreografía deslumbrante y un espectacular vestuario, el montaje conquista a expertos y profanos.
THE OPERA SHOW se estrenó en Inglaterra en el verano de 2008. Fue creada por un grupo de polifacéticos artistas de teatro, estilistas, diseñadores y músicos especialistas. El montaje es fruto de la estrecha colaboración de los miembros de un equipo creativo internacional cuyo trabajo ha dado la vuelta el mundo.
La dirección y coreografía corre a cargo de Mitch Sebastian, la supervisión musical de Matthew Freeman, la escenografía de Sean Cavanaugh, el diseño de vestuario de Christopher Giles, el de iluminación de Chris Ellis y el de sonido de Mike Walter. Producido por To Be Productions (Celia y Richard Mackay, Mitch Sebastian) THE OPERA SHOW se gestó en el Kilworth House Hotel and Theatre, una finca del siglo XIX de estilo italiano situada en Leicestershire, Inglaterra, que el Daily Telegraph de Londres recientemente consideró «el secreto mejor guardado del teatro británico».
